¿Conocéis esa sensación de euforia y a la vez de intriga cuando estas esperando a que te den la nota de un examen que tu piensas que te ha salido bien?
Es difícil de describir... una energía brota por tu cuerpo, el cosquilleo va desde la punta de los dedos de los pies hasta los pelos de la cabeza. En el estomago sientes como si estuviese latiendo como el corazón pero a diferente compás. Tu esperas sacar buena nota ya que te esforzaste y lo distes todo en el examen. Las manos están heladas y el sentido del oído se te agudiza. De repente escuchas tu nombre y te invade una supernova de energía que hace que te levantes de tu asiento rápidamente. En el paseo que hay entre tu y el profesor pasan por tu cabeza millones de cosas, pero la única con letras mayúsculas son el aprobado. Miras la cara de la profesora en busca de algún rasgo que te de la posibilidad de adivinar la nota antes de verla, pero la cara de la profesora no se inmuta y queda como petrificada. Alargas la mano y tu corazón se vuelve loco. Cuando tienes el examen en tus manos diriges la vista a la esquina derecha superior del examen para ver que números son esos garabatos de bolígrafo rojo que ves de reojo. De repente ves que hay un 3,7 y notas como el mundo se te viene encima; las piernas pierden fuerza, tus hombros caen igual que tus músculos de la cara. El tiempo se alarga y parece que el corazón tarda 2 horas entre palpitación y palpitación. Lo único que pasa por tu cabeza es: ¿Como?. Como tu cuerpo no te obedece decides mirar el examen y es cuando un nuevo pensamiento te recorre la cabeza, a ver si se a equivocado la profesora, y miras y cuantas todos los ejercicios y como te a puntuado. Lo peor de todo es que no se a equivocado y le devuelves el examen y te sientas en tu sitio. Un vez ahí piensas que no vale la pena estudiar, si te has esforzado tanto y has suspendido seras caso perdido. Luego te paras a pensar y empiezas a ser sincero contigo y dices que si te pegaste una panzada de estudiar pero solo el día de antes y que así no llegas a ningún lado. Decides estudiar al día y en el siguiente sacar mucha nota y a ver si así ve la profesora un esfuerzo y te aprueba.
Luego la única forma de despejar ese nubarrón de tu cabeza es escribir una nueva entrada para tu blog.
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